En el año 2015, la producción de plástico superó los 280 millones de toneladas (Mt). Se calcula que su producción que esta cifra se duplique en el año 2035 y que se cuadruplique para el año 2050.
Aunque es innegable que la industria del plástico contribuye al crecimiento económico, no se pueden ignorar los datos alarmantes que son el hecho que el océano contenga ya más de 150 Mt de plástico. Una cifra que, a juzgar por la tendencia, irá al alza.
Cuando llegan al medio ambiente, los plásticos pasan por procesos abióticos y bióticos que conllevan su degradación y fragmentación en partículas más pequeñas denominadas microplásticos (MP; fragmentos de menos de 5 mm) y nanoplásticos (NP, fragmentos de menos de 1 micrómetro).
Aunque es innegable que la industria del plástico contribuye al crecimiento económico, no se pueden ignorar los datos alarmantes que son el hecho que el océano contenga ya más de 150 Mt de plástico. Una cifra que, a juzgar por la tendencia, irá al alza.
Cuando llegan al medio ambiente, los plásticos pasan por procesos abióticos y bióticos que conllevan su degradación y fragmentación en partículas más pequeñas denominadas microplásticos (MP; fragmentos de menos de 5 mm) y nanoplásticos (NP, fragmentos de menos de 1 micrómetro).
Gran presencia de microplásticos en las aguas residuales
La creciente presencia de plásticos en los océanos está obteniendo una gran atención y derivando a una gran preocupación. No sólo porque, de por sí, no son elementos que pertenezcan al medio. Las partículas de MP y NP son contaminantes que, por su pequeño tamaño, son fácilmente ingeridos por especies acuáticas, con lo que acceden a la cadena alimenticia. Pero es que, además, pueden contener otros contaminantes como compuestos orgánicos persistentes (COP), metales pesados y otros aditivos como plastificantes, representando así un problema de contaminación persistente y ecotoxicológica con un potencial impacto en la salud humana.
Pero la batalla contra los microplásticos y los micro-nanoplásticos no se limita al mar. Estudios recientes han demostrado que estos elementos están presentes, casi por igual, en agua dulce y que las depuradoras de aguas residuales (EDAR) serían la principal fuente de MP en este medio (como, por ejemplo, las microperlas añadidas en lociones exfoliantes o prendas de vestir).
En general, todos los estudios han indicado que los tratamientos de aguas residuales primarios y secundarios eliminan la mayoría de los MP. Sin embargo, a pesar de la alta eficacia de estas tecnologías de tratamiento de aguas residuales, las investigaciones se han limitado a cuantificar microplásticos de un tamañano relativamente grande, obviando en el estudio MP más pequeños y nanoplásticos.
Pero la batalla contra los microplásticos y los micro-nanoplásticos no se limita al mar. Estudios recientes han demostrado que estos elementos están presentes, casi por igual, en agua dulce y que las depuradoras de aguas residuales (EDAR) serían la principal fuente de MP en este medio (como, por ejemplo, las microperlas añadidas en lociones exfoliantes o prendas de vestir).
En general, todos los estudios han indicado que los tratamientos de aguas residuales primarios y secundarios eliminan la mayoría de los MP. Sin embargo, a pesar de la alta eficacia de estas tecnologías de tratamiento de aguas residuales, las investigaciones se han limitado a cuantificar microplásticos de un tamañano relativamente grande, obviando en el estudio MP más pequeños y nanoplásticos.
nanoCLEAN, el proyecto para eliminar los micro-nanoplásticos en aguas residuales
Por este motivo, el proyecto nanoCLEAN (Cuantificación, tratamiento e impacto ambiental de micro-nanoplásticos en EDAR) propone la evaluación y reducción del impacto ambiental de los micro-nanoplásticos en los ecosistemas por las estaciones depuradoras de aguas residuales urbanas.
Financiado por la Agencia Estatal de Investigación y desarrollado por la fundación madrileña IMDEA Agua, nanoCLEAN pretende superar algunas de las brechas de investigación identificadas como el tamaño fijado para los microplásticos a analizar, obviando la existencia de partículas más pequeñas; métodos de identificación y cuantificación que requieren procedimientos muy laboriosos; o el hecho de que las tecnologías convencionales de tratamiento de aguas residuales no estén diseñadas para tratar micro-nanoplásticos.
Otro de los problemas que apunta el proyecto y que pretende solventar es que la investigación llevada a cabo hasta ahora sobre la eliminación de microplásticos “no se ha centrado en la evaluación de las implicaciones ambientales y económicas de las tecnologías de tratamiento de aguas residuales propuestas”. Por último, también se pretende solventar que no se haya cuantificado “la ecotoxicidad de los nanoplásticos y su contribución en los efluentes de las EDAR” así como la falta de un estudio en detalle de “la hipótesis sobre el aumento de la toxicidad de partículas más pequeñas”.
Para ello, el proyecto nanoCLEAN implementa un método sistémico, donde la eliminación eficiente de micro-nanoplásticos mediante sistemas híbridos de membranas (BRM-UF) se acopla con nuevos métodos de muestreo y cuantificación sensibles (Pyr-GC-MS).
En DAGA llevamos décadas desarrollando equipos para el tratamiento de aguas residuales (EDAR), para la filtración y desbaste de agua de regadío y de tratamiento de efluentes industriales.
Nuestros valores corporativos son la pasión por la excelencia, la sostenibilidad medioambiental, la lealtad con los empleados y orientación al cliente.
Financiado por la Agencia Estatal de Investigación y desarrollado por la fundación madrileña IMDEA Agua, nanoCLEAN pretende superar algunas de las brechas de investigación identificadas como el tamaño fijado para los microplásticos a analizar, obviando la existencia de partículas más pequeñas; métodos de identificación y cuantificación que requieren procedimientos muy laboriosos; o el hecho de que las tecnologías convencionales de tratamiento de aguas residuales no estén diseñadas para tratar micro-nanoplásticos.
Otro de los problemas que apunta el proyecto y que pretende solventar es que la investigación llevada a cabo hasta ahora sobre la eliminación de microplásticos “no se ha centrado en la evaluación de las implicaciones ambientales y económicas de las tecnologías de tratamiento de aguas residuales propuestas”. Por último, también se pretende solventar que no se haya cuantificado “la ecotoxicidad de los nanoplásticos y su contribución en los efluentes de las EDAR” así como la falta de un estudio en detalle de “la hipótesis sobre el aumento de la toxicidad de partículas más pequeñas”.
Para ello, el proyecto nanoCLEAN implementa un método sistémico, donde la eliminación eficiente de micro-nanoplásticos mediante sistemas híbridos de membranas (BRM-UF) se acopla con nuevos métodos de muestreo y cuantificación sensibles (Pyr-GC-MS).
En DAGA llevamos décadas desarrollando equipos para el tratamiento de aguas residuales (EDAR), para la filtración y desbaste de agua de regadío y de tratamiento de efluentes industriales.
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