A veces no acabamos de ser del todo conscientes, pero el agua es un elemento esencial en nuestras vidas (más allá de la obviedad que necesitamos hidratarnos para sobrevivir). Desde la cocina hasta la higiene personal, pasando por procesos industriales e incluso para actividades lúdicas como el deporte. Usamos agua, consumimos agua, contaminamos agua.
 
El Tratamiento de Aguas Residuales (aquellas que resultan contaminadas por su aprovechamiento humano) no se empezó a tomar verdaderamente en serio en las sociedades occidentales hasta llegada la década de 1970, cuando se identificaron claramente los efectos de la sobrepoblación urbana y la explotación que ésta hacía de un recurso vital. 
 
Básicamente, la ausencia de un sistema para un tratamiento adecuado de las Aguas Residuales repercute directamente a la salud de las personas. Por eso, las ciudades invirtieron tanto en los sistemas de alcantarillados y “depuradoras” que hoy ya damos por supuestos. Pero ¿qué pasa exactamente cuando el agua desaparece por la tubería?
 

Las plantas de Tratamiento de las Aguas Residuales 

Conocemos como plantas de Tratamiento de Aguas Residuales o plantas de depuración a aquellas instalaciones en las que se purifica el agua residual que proviene de fuentes domésticas o industriales a través de un conjunto de operaciones que se clasifican en: 
  • Operaciones Unitarias Físicas (ninguna reacción química involucrada)
  • Operaciones o Procesos Químicos (ocurren reacciones químicas)
  • Operaciones o Procesos Biológicos (involucran reacciones biológicas o bioquímicas)
Dichas operaciones para el Tratamiento de Aguas Residuales tienen el objetivo de preservar la salud del recurso y del medio que nos rodea, algo que sólo es posible si se eliminan las bacterias patógenas presentes en las aguas negras, se estabiliza la materia orgánica presente en ellas, y se evita la contaminación de los cuerpos receptores.

El efluente de las plantas de tratamiento de aguas residuales se reinyecta al subsuelo, se emplea como fertilizante o se vierte, según los distintos condicionantes establecidos por las autoridades ambientales.  
 

Etapas del Tratamiento de las Aguas Residuales

En el momento que las aguas residuales llegan a una planta de tratamiento, éstas deben pasar por distintas etapas para su completa purificación. En total, se llevan a cabo cuatro procesos distintos o tratamientos: 
  1. Tratamiento Preliminar. Se remueven los sólidos de gran tamaño y las arenas presentes en las aguas negras. Aquí es donde se eliminan los residuos fácilmente separables, algo que facilita que el agua fluya correctamente por las instalaciones. 
  2. Tratamiento Primario. Se llevan a cabo procesos de sedimentación y tamizado, por medios físicos y/o químicos. 
  3. Tratamiento Secundario. La materia orgánica biodegradable se transforma en materia estable por la acción biológica. 
  4. Tratamiento Terciario. Última fase que consiste en tratamientos adicionales para la eliminación de nutrientes, excesos de materia orgánica o de sólidos en suspensión y compuestos tóxicos.
A principios de siglo XXI, la misma ONU ya apuntó que uno de los temas más “acuciantes” de las próximas décadas era enfrentar con éxito las “crecientes necesidades de servicios de agua y saneamiento en las ciudades”. En un documento titulado “Aguas y Ciudades. Hechos y Cifras”, afirmaba que “una gestión sostenible, eficiente y equitativa del agua en las ciudades nunca ha sido tan importante como lo es en el mundo de hoy”.
 
Invertir en el desarrollo y mantenimiento de los distintos tipos de Plantas de Tratamiento de Aguas será un paso necesario para todas las administraciones en el camino del que tiene que ser el destino final para todas, conseguir estructurar un sistema sólido de Smart Water Management
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