La metodología BIM (Building Information Modeling) y las infraestructuras del ciclo del agua
El cambio climático ha creado un escenario variable en lo que se refiere a la distribución de las lluvias, lo que comporta un mayor reto en la gestión del ciclo del agua y un incremento de los costes en el tratamiento y la distribución. Para abordar este reto, la transformación digital y las nuevas herramientas para optimizar los procesos serán clave para gestionar los desafíos de la variabilidad de las precipitaciones. 
Ante este escenario futuro, el BIM (Building Information Modeling) es uno de los instrumentos imprescindibles para lograr la transformación digital en las infraestructuras del ciclo del agua, ya que permite mejorar la metodología de trabajo tradicional en el diseño, ejecución y operación de dichas infraestructuras. El funcionamiento del BIM consiste en la elaboración de un modelo de colaboración virtual en el que se integra toda la información gráfica, económica y temporal, permitiendo trabajar a los diferentes agentes en las correspondientes fases del ciclo de vida de la infraestructura. Por lo tanto, gracias al BIM es posible cuantificar los beneficios en la construcción, el mantenimiento de los sistemas de saneamiento o potabilización, entre otros datos de relevancia para las infraestructuras del ciclo del agua. 
Aun así, los retos futuros en el campo de la optimización del agua han forzado a las administraciones a incorporar el BIM a los actuales procesos. No obstante, es necesario incorporar más elementos existentes en la gestión del ciclo del agua.
El gemelo digital, o digital twin, desarrollado desde la construcción y ampliado en el resto de fases del BIM, es el encargado de integrar la información asociada al GMAO, SCADA o a los sistemas de ayuda a la explotación existentes en la infraestructura. Es un logro importante conseguir este nivel de integración, aunque se demuestra que es insuficiente porque no se dispone de una visión completa para una gestión óptima. 
Otra de las herramientas de gran utilidad en la actualidad son los sistemas GIS, que proporcionan información geográfica sobre las infraestructuras. Este sistema amplía los datos que proporciona el gemelo digital, lo que supone una consolidación de los sistemas BIM+GIS en la evolución de los procesos en las infraestructuras del ciclo del agua, mejorando la calidad de la información. Además, el GIS es clave en la planificación de la infraestructura o en las fases de operación y mantenimiento ya que aporta destacables beneficios en la modelización del entorno natural
Por otro lado, con el fin de completar el modelo digital formado por los sistemas BIM+GIS, es necesaria la incorporación del big data. Con grandes cantidades de datos, de mejor o peor calidad, se puede ampliar la modelización digital y conseguir la visión holística requerida.  Los datos y el análisis de estos han desarrollado la creación de potentes plataformas SAD (Sistemas de Ayuda a la Decisión) para seguir mejorando la gestión del ciclo del agua en todos sus niveles. 
Para abordar los retos del futuro, la transformación digital será uno de los elementos catalizadores de la eficiencia en los procesos del ciclo del agua. 

DAGA y su compromiso por la gestión del agua

La digitalización es un factor clave para hacer frente a los retos del cambio climático en el sector del agua ya que serán las herramientas digitales las que facilitarán la máxima optimización de los sistemas hídricos. Una de nuestras misiones durante las más de seis décadas de experiencia en el sector del agua, es la gestión eficiente del agua, apostando por la sostenibilidad medioambiental y la mejora constante de los procesos. 

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